domingo, 30 de septiembre de 2012

Un mundo mágico

                                        UN MUNDO MÁGICO

Érase una vez, una niña de unos 8 años llamada Gema, con sus padres, y sus dos hermanos, Carlos e Iván.La familia estaba como un día cualquiera en su casa. Gema le preguntó a sus padres si podía ir al campo de al lado de su casa con la bici, a lo que los padres le dijeron que podía ir pero acompañada de su hermano Carlos,el mayor.
Al rato Carlos y Gema se fueron al campo con sus bicis. Al llegar Carlos se encontró con unos amigos y le dijo a Gema que no se fuera muy lejos. Gema pedaleó unos cuantos metros y encontró una ardilla que llevaba un chaleco rojo y un pañuelo verde. Miró hacia atrás para avisar a su hermano,pero no lo encontraba por ninguna parte y lo llamó chillando pero no contestaba nadie. Gema se sentó al lado de un árbol y empezó a llorar, de repente escuchó una voz baja y
fina:
-No llores, ven aquí y te ayudaré.-Dijo la voz.
La niña se levantó y empezó a andar hacia de dónde venía la voz. Vió un oso y se asustó pero le cogió y Gema se dió cuenta de que era la extraña voz que oía. La osa,que se llamaba Nika,le preguntó a la pequeña que le pasaba y ella contestó:
-Iba con mi hermano en la bici y me adentré en el bosque y.... ¡no he vuelto a ver a mi hermano!
Nika la llevó a un arbol, entraron en el árbol y, había dos ositos bebes. Eran los niños de Nika.
Los dos ositos empezaron a llorar y Gema los cogió y los tranquilizó.
-¡Tengo una idea!-dijo Nika.-Tu quedate cuidando a mis pequeños y yo iré a la casa del búho brujo a por la puerta mágica que te llevará de vuelta a tu mundo.
-¡Vale!-contestó la niña entusiasmada.
Al rato Nika se fué a la casa de aquel búho brujo. Gema le dió el biberón de hormigas a cada bebé y los durmió, al rato, ella también cayó dormida en ese sofá de madera tan incómodo.
Al despertar, Gema tenía un cuenco de madera con un líquido verde en el, y con una nota al lado que decía:
Si echas este megunje en el lugar dónde te perdiste, podrás volver a casa.
La niña miró por toda la casa para darle las gracias a Nika, pero no encontró ni a Nika ni a sus niños. Gema se puso nerviosa y se metió el mejunje en su bolsillo y fue al bosque en su busca.Tras unas cuantas horas caminando, se sentó al lado de un río a observar cómo era aquello. Vió que algo salía del agua y al rato se dió cuenta de que era una especie de delfín con cola de cocodrilo. El extraño animal comenzó a hacerle un sin fin de preguntas.
Gema asustada, le dijo que conocía a la osa Nika, y el delfín le dijo que hace poco había visto a un personaje extraño llevarse a ella y a sus dos niños a una cueva de lo alto del bosque.Gema se quedó a cuadros, hasta que vió por el camino unas huellas gigantescas parecidas a las de perro y también la huella de algo que parecía como la cola de un dragón. Decidida, Gema siguió aquellas huellas que le llevaron hasta una gran y oscura cueva. Se adentró con cuidado , y vió una luz blanca muy potente al fondo de aquella cueva y fué para allá. Cuándo llegó al lugar de dónde venía la luz y vió una sombra que se parecía a Nika pero en grande. Cuándo llegó, se dió cuenta de que el extraño personaje era tan solo un perro con una gran cola, y daba la casualidad de que era el hermano de Nika. Cuándo Gema comprobó que Nika y sus peques estaban en buenas manos, se despidió entre lágrimas y abrazos de Nika y sus peques. Nika se ofreció a acompañarla al lugar de dónde venía, por si se perdía.
A las pocas horas de caminar hasta la otra punta del bosque, Gema se dió cuenta de que no estaba su bici, que la dejó al lado del árbol de dónde se había perdido, por lo tanto, ese no era el sitio dónde se había perdido. Gema se puso histérica, pero Nika la volvió a tranquilizar. Las dos empezaron a buscar la bici de la pequeña.
Tras un rato buscando, Gema escuchó la bocina de su bici. Empezó a buscarla por todas partes pero no la encontraba ya que escucha la bocina a un lado y a los pocos segundos al otro lado.
Hasta que se dieron cuenta de que la ardilla que encontró al llegar al bosque con su bici de un lado para otro.Nika y Gema le chillaron para que parara,y , al rato la ardilla paró y Gema se lo explicó todo y la ardilla le dió su bici. Al rato Gema ya había echado el mejunje al suelo y regresado a su casa, como si no hubiera pasado nada ya que en su mundo solo habían pasado unos minutos. Al llegar a casa Gema se lo contó todo a sus hermanos Carlos e Iván y a sus padres, que no le creyeron pero le siguieron la corriente.
Desde entonces, Gema no se separa ni de sus hermanos ni de sus padres, y tuvieron que comprarle una ardilla con un chaleco rojo y un pañuelo verde,
como la del otro mundo.
                                                         FIN

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